Es extraño
No estoy triste, pero tengo dentro de mí un pedacito con
esta cara :(
Quiere llamar mi atención, yo sé, pero no le hago caso
Siento que es caprichosa porque no la dejo salir
Se que si le doy espacio va a hacer de mi lo que quiera
Decido mirarla de frente y le digo: ¿qué te pasa?
Me vuelve su mirada triste :( y siento que voy a ceder…
La regaño: ¡No me vengas con esos cuentos a estas alturas
del partido!
Ahora me ignora, yo sé que disimula, ya no me habla,
Tal vez la prefiero así.
Vuelvo a enfocarme en mis cosas mientras pienso:
“Mis hijas están bien, sólo las extraño”…
Yadi:
ResponderEliminar¡Qué linda entrada!
A todos nos sucede cuando nuestra prole nos deja por un momento, en especial, la primera vez.
Hay un vacío de afectos que no es fácil de explicar. Sin embargo, tú lo has logrado de manera magnífica en este relato. Los primeros vuelos en soledad de los pichoncitos son angustiantes para los padres.
Se te extrañaba, por suerte has vuelto... y con un texto hermoso.
Un gran abrazo.
Arturo
ResponderEliminarEres gentil como siempre en regalarme pedacitos de tu tiempo para mis relatos.
El tiempo que dedico a escribir ha bajado por darle ventaja a la pintura.
Tus palabras me animan a seguir.
Un abrazo a la distancia.